‘El Jardín de Urtxi’ no es solo un programa educativo, sino una invitación a mirar el bosque con ojos nuevos. A través del juego, la emoción y la experiencia directa, esta iniciativa está sembrando en las aulas navarras una conciencia ecológica profunda y duradera. Desde el Colegio Vedruna hasta el Liceo Monjardín, decenas de escolares comienzan a entender que cuidar la naturaleza no es una tarea ajena, sino una responsabilidad compartida que empieza desde pequeños… y desde el corazón del aula.
El programa educativo ‘El Jardín de Urtxi’, pieza clave del proyecto de sensibilización medioambiental ‘Hay otra forma de conservar nuestros bosques’, ha aterrizado en el Liceo Monjardín de Pamplona, donde esta pasada semana dos cursos de estudiantes de Primaria participaron en una jornada centrada en la conservación forestal. Esta iniciativa, impulsada por Navarra Capital y Laboral Kutxa con el apoyo del Gobierno de Navarra, la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona (MCP) y la empresa técnica Basartea, tiene como objetivo acercar a los escolares a la biodiversidad de los bosques navarros y fomentar su preservación desde edades tempranas.

Más de 500 escolares de media docena de centros participarán en sesiones como la vivida en Liceo Monjardín.
La sesión en el Liceo Monjardín fue dirigida por Itxaso Mitxitorena, técnica responsable del programa, acompañada por un bombero forestal del Gobierno foral. A través de dinámicas participativas, reflexiones colectivas y materiales didácticos, el alumnado vivió una experiencia educativa única en torno al ecosistema forestal.
UNA INICIATIVA QUE ECHA RAÍCES
Con el 64 % del territorio navarro cubierto por masa forestal, el proyecto busca sembrar en las nuevas generaciones el compromiso con el medio ambiente. En total, más de 500 escolares de media docena de centros educativos navarros—como Jesuitas, Teresianas, la Ikastola San Fermín o el Colegio Público de Artajona— tomarán parte este próximo curso en este programa formativo.
Mitxitorena destaca el enfoque integral de las actividades: “La experiencia en el Liceo Monjardín ha sido especialmente enriquecedora. El alumnado conectó desde el principio gracias al enfoque vivencial y emocional, y trabajó activamente desarrollando competencias como el pensamiento crítico o la conciencia ecológica”.
LA IMPORTANCIA DE LO VIVIDO
Uno de los momentos más valorados por los alumnos fue el encuentro con Javier Villoslada, bombero forestal, que aportó una dimensión real y práctica a lo aprendido en el aula. “Hablamos de prevención de incendios, del papel de los bosques y del valor de cuidarlos desde el presente. La respuesta del alumnado fue magnífica”, relata.
Villoslada insiste en que este tipo de acciones son clave: “Conectar la educación con el medio natural desde pequeños es una herramienta poderosa para construir una sociedad más consciente y respetuosa con su entorno”.

El proyecto se articula en torno a un objetivo: concienciar sobre la importancia de conservar los bosques.
URTXI, UNA COMPAÑERA DE AVENTURAS
Los escolares recibieron un cuaderno didáctico ilustrado, protagonizado por Urtxi, una ardilla curiosa que los guía a través de los secretos del bosque, explicando especies, funciones ecológicas y acciones de cuidado. Además, el profesorado dispone de una guía metodológica para trabajar los contenidos en profundidad dentro del aula.
De cara a septiembre, el proyecto se ampliará con un concurso artístico y literario, en el que el alumnado podrá rendir homenaje a su monumento natural favorito de Navarra, reforzando el vínculo emocional con el territorio.
UNA SEMILLA CON FUTURO
Aunque el programa apenas ha comenzado, sus impulsores ya miran al horizonte con ambición: sumar más centros educativos, extender los contenidos a otros niveles y consolidar una cultura de sensibilización medioambiental desde la infancia. El recorrido ya ha arrancado con fuerza, primero en el Colegio Vedruna de Pamplona a principios de junio, y ahora en el Liceo Monjardín, donde decenas de escolares han dado sus primeros pasos hacia una ciudadanía más conectada con la naturaleza. Porque, como recuerda el lema del proyecto, hay otra forma de conservar nuestros bosques… y empieza por la educación.

El proyecto se articula en torno a un objetivo: concienciar sobre la importancia de conservar los bosques.